Mañana es el gran día. Después de muchos años y de muchos intentos por ignorar esta fecha decidí invitar gente a casa. Si total sigo cumpliendo, siguen viniendo y sigo cocinando, por que no organizarnos?
Me pareció muy piola invitar gente (aunque sea la misma que vendría sin invitación, no soy muy sociable), decirles a que hora para no esperar toda la noche que se terminen de juntar, pelotudeces, pero que las hago por primera vez.
Compré dos adornitos para mi torta, un número 32 naranja fluo y un corazón. La línea de pensamiento fue la misma. Voy a tener torta, y si le pongo onda?
No se, me hago la boluda, la que disfruto un montón de ser el centro de atención, pero la verdad es que lo odio. Me da mucha vergüenza, me pone en un lugar super incómodo, pero a su vez es inevitable. La gente me ama y quiere venir a acompañarme en mi gran día! (?) (tienen hambre y en la casa no les cocinan es mas creible, no?)
Por lo pronto mañana me junto con la familia y el sábado con amigos. Prometo alguna foto para que vean que esta torta será mejor que la de mi hija.
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