Llegué muerta de miedo, como todas las veces. Con miedo al dolor, a arrepentirme, a que no quede como yo quería, a que los colores no sean los justos, que la imagen no muestre lo que yo quiero mostrar.
No es la primera vez que lo hago, pero me sigue dando el mismo susto. Y la verdad es que nunca me arrepentí de ninguno, los quiero como si fueran mis hijos, los mimo y les hablo.
No fue fácil, no se si el flaco no entendía lo que le pedía o si tenía poca onda (me inclino por esa, amo como labura, pero es un asqueroso) pero al final llegamos al diseño justo. Lo quería mas grande, pero el dolor fue tanto que no hubiera aguantado una línea mas.
No tengo idea de si es el último o no, se cuando empecé pero no donde voy a terminar.
Comparto las fotos para que vean que bonitos que son
Una snitch en el pie |
El ojo de Saphira, amo a esa dragona! |
2 comentarios:
Muy bonitos los diseños, la verdad el tipo tatua bien.
Besote grande.
Muy buenos! Felicitaciones.
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