lunes, 20 de diciembre de 2010

La fiesta

Definitivamente se me da mejor quejarme y tirar mierda que escribir sobre algo divertido, pero prometo ponerle algo de onda. Me siento en deuda si no termino de contar la fiesta.

Cuando llegamos al salón nos esperaba en la puerta una señorita que nos preguntaba nombre y apellido. No sabía si estaba tomando lista o haciendo que carancho, pero ella estaba para indicarnos que mesa nos había tocado. Gracias a Dios mi hermano se puso las pilas y no me sentó con mi viejo, me hubiera cortado las pelotas antes de entrar.

Una vez adentro nos acomodamos y nos tocaba mirarnos la cara hasta que llegaran los novios, que por supuesto tardaron una maldita eternidad. Recién ayer me entere que los había atrapado una barrera y estuvieron más de 40 minutos esperando que pase un tren que no venía.

Afuera había unas mesas hermosas llenas de comida. Veía todos los quesitos, los fiambres y los pancitos y se me hacía agua la boca. Pero había que esperar hasta que llegaran ellos y no se podía empezar a comer. Pero nunca falta el muerto de hambre, el desubicado de la fiesta, y en el momento menos pensado vemos a toda la gente saliendo en malón para el patio. Cuando llegamos ya habían atacado las bandejas como si no hubieran comido en semanas. Los mozos tenían cara de pánico, la comida se atragantaba porque nadie traía las bebidas, más vale si nadie sabía que nos estábamos matando con la entrada!!
Para cuando llego mi hermano no quedaba casi nada. El lado positivo de esto es que sirvió para unir a todos los invitados. Compartíamos la vergüenza y hacíamos chistes entre todos los muertos de hambre que estábamos alrededor de los quesos.

No sé como paso. Mi hermano había jurado y re jurado que no íbamos a bailar el vals y en parte cumplió. Bailamos Sabina, un momento de mierda, me da vergüenza, no me gusta que este la fotógrafa apuntando con la cámara. Si salgo como el orto en las fotos, no me podes evitar el mal momento? Creo que los fotógrafos son gente resentida que está en este mundo para vengarse y joder a los feos.
Mi hija no quería bailar, pero si yo lo hice, ella también. Soy así de diplomática. Carita de orto y anda a bailar con tu tío!!

Otra cosa significativa fue la ausencia de borrachos. Parece que los amigos de mi hermano están yendo a AA, porque ninguno tomo de más. Bueno, uno sí, pero era de copado….. Bailo con todas, no le hizo asco a nadie (ni siquiera a mí, que mientras bailaba con él lo tenía a mi novio mirando con cara de “que estás haciendo?”)

Mi vieja estaba enloquecida. Le saco viruta al piso!!!! No paro un minuto y tampoco nos dejaba parar a nosotros. Mi primo se LUCIO, baila como los dioses, o como si el culo tuviera un chip y se moviera solo. Parecía Lisa Simpon con sus zapatillas de tap.
Sacamos miles de fotos, cada uno con su camarita así que Facebook se hizo una fiesta con nosotros.

El anillo me lo quede yo, parece que soy la próxima que se casa. Aunque compito con mi hermana que se quedó con el ramo, o con mi hija que se quedó con el ramo del civil. Una alegría enorme para las amigas de la novia que no las dejamos participar en nada, besis para todas!

En resumen, la fiesta estuvo bárbara, bailamos los grandes, bailaron los chicos, nadie hizo papelones y a las 6 de la mañana nos volvimos roncando bajito desde Tempeley hasta Saavedra. Menos mal que no manejo porque me hubiera quedado dormida todo el viaje.

2 comentarios:

Border dijo...

Una fiesta sin borrachos no es fiesta he dicho.
Los salames y quesitos merecen ser atacados sin piedad alguna y si el novio llega tarde porque se le cerro la barrera no es problema de los comensales que estan a dieta desde un mes antes de la fiesta.
Y si la fiesta fue en Temperley me imagino cual barrera fue que lo atrapo 40 minutos.

La conozco porque vivo no lejos de ahi.



Beso beso.

Ale dijo...

Veo que te paso lo mismo que me acabas de comentar! Justo vos leias mi blog mientras yo leia el tuyo... que loco! Beso